31 diciembre 2013

Principio del fin, fin del principio.

Como me gusta ser original voy a hacer algo novedoso: Balance del año. (Ironía modo On)

Los que me conocéis sabéis que ha sido un año demasiado duro y que ha habido muchas veces en las que he caído y no estaba muy segura de ser capaz de volverme a levantar.

Me he sentido muchas veces como Sísifo, empujando esa pesada roca montaña arriba para ver cómo vuelve a caer una y otra vez mientras yo estoy cada ve más cansada.

Pero no me dejo abatir, también ha sido un año de cosas buenas, ha habido mejoras en el trabajo, amistades recuperadas, proyectos hermosos...
La enseñanza que he sacado de esto es que por mucha mierda que te rodee siempre puedes tirar de la cadena y ver cómo se va.

Os deseo un feliz año nuevo a todos y muchas fuerzas para sobrellevar lo malo que se os presente.

¡¡No os atragantéis con las uvas!!


18 noviembre 2013

El "Feisbu"

El "caralibro" como es conocido por mucha gente es un batiburrillo de cosas perdidas.
Me explico:
Igual te encuentras fotos del año de Maricastaña circulando por ahí. (Sobretodo aquellas que son más bochornosas como las de borracheras o disfraces y, por supuesto, en las que sales con cara de empanamiento supino)
Me disponía hace un rato a hacer limpieza entre tanta cosa y he descubierto páginas que "me gustan" a las que no recuerdo haber aceptado, algunas han cambiado de nombre, otras han cerrado y otras siguen ahí, aunque cuando veo sus notificaciones mi cerebro decide ignorarlas...
Manos a la obra entonces... pero... ¿No hay una opción de eliminar varias de golpe? nooo, claro. Hay que ir de una en una abriendo la pestañita de "ya no me gusta"; eso y tragarse las sugerencias que, no sé a vosotros, pero a mí me parece que no dan una (me han recomendado grupos de fans de David Bisbal, por Dios.)
Vamos, Pilar, que tú puedes... un poco más y... andá, un concurso en la página de la editorial "ponga aquí un nombre" o, caray, la página oficial de tal escritor...
Y al final termino con más páginas de las que tenía al empezar porque he limpiado pocas y añadido muchas...
En fin, igual mañana... (#PostureoProcrastinación)


04 noviembre 2013

Relato: Festín

Esto avanza, noto cómo fluyen las ideas para relatos, pidiendo ser escritas.
Este relato va dedicado a Kradven y es fruto de una tontería, tras dos invitaciones de boda se me ocurrió, pero quiero dejar claro que las dos bodas fueron maravillosas y no me sentí como el protagonista en ningún momento.
Dicho esto, espero que os guste:


FESTÍN:

Recibí una invitación a una boda y desde ese día mi vida cambió para siempre.

Recuerdo que mi abuelo me contaba los suculentos festines que acompañaban siempre tan fastuosos eventos, cómo incluso las familias más humildes gastaban hasta la última moneda de sus ahorros en pagar dicho convite.

Con esta idea en la cabeza me dispuse a asistir por primera vez a una, lleno de ilusión e intriga ya que, como todo el mundo sabe, esta tradición ancestral ya apenas se realiza.

Cual arqueólogo en busca de reliquias del pasado, me engalané lo mejor que pude y decidí no desayunar para poder disfrutar como se merecía del banquete.

La ceremonia fue todo un alarde de clichés sacados de los libros de historia, hubo niña vestida de princesa lanzando pétalos de rosa, otra que llevaba las arras, los anillos los traía el pequeño terrier de la pareja en un cojín atado en su lomo. Vestido blanco, votos cursis y arroz del que se te mete entre los pliegues de la ropa y te molestan durante horas. Por supuesto no faltó la interminable sesión  de felicitaciones y fotos con la pareja, que pareció no terminar nunca.

Mis tripas rugían frenéticas, sentía que estaba a punto de desmayarme y empecé a tener alucinaciones plagadas de gambas bailando y solomillos nadando en salsa. Debieron notar algo porque la gente empezó a apartarse sutilmente de mi lado, supongo que temerosos de morir ahogados entre mis babas.

Por fin atisbé un camarero y, vergüenza me da confesarlo, le asalté sin compasión, mas, triste engaño el perpetrado por ese pérfido salón de bodas pues la comanda que con tanto énfasis me empeñaba en atrapar no era más que un par de copas de cava para que los novios hiciesen un pomposo brindis.

Pasado el momento de azoramiento y tras disimular fingiendo que estaba gastando una broma a los presentes, decidí terminar mi “actuación” haciendo una exagerada reverencia, lo que provocó menos risas de las que esperaba y más cuchicheos y malas caras de las deseadas.

Me ofusqué en un rincón rogando a los cielos que todo terminase pronto para volver a casa, por lo visto algo malo debí hacer en otra vida porque no contentos con matarnos de hambre, los novios nos tenían preparada una sesión de tortura disfrazada de juego grupal. La cosa consistía en buscar tu nombre en una pieza gigante de puzle y luego tratar de encajarla con la de los otros comensales hasta formar el nombre de la mesa en la que tenías el sitio reservado.

Tras veinte minutos con la tontería, logré adivinar mi destino y me dirigía a él cuando una joven de aspecto muy agradable me cortó el paso. Como soy de natural poco modesto, pensé que había sucumbido a mis encantos y deseaba conocerme mejor, así que no me pareció raro cuando me extendió un papel mostrándome una gran sonrisa. Volví a equivocarme en mis conclusiones, porque no me estaba dando su número de contacto sino una hoja perfumada con forma de corazón en la que, según la muchacha, debía escribir un mensaje para los novios.

Viendo que si no escribía algo no me iba a dejar pasar, garabateé un “que seáis muy felices” y le devolví la nota. Aparentemente había cumplido el requisito para desbloquear el acceso a la zona de las mesas así que me acomodé y, nervioso, dirigí mi mirada hacia la salida de camareros.

Esperé, esperé y esperé, pero de esas malditas puertas no salía nadie.

Los novios entraron en la sala cogidos del brazo, recibidos por aplausos y pétalos de rosa, se besaron y comenzó a sonar un vals lo que propició que se pusieran a bailarlo mientras la gente sonreía con los ojos llenos de lágrimas. El baile les fue acercando cada vez más a su mesa y, mientras el ritmo decaía, en un gesto claramente ensayado, se sentaron en el preciso instante en el que paraba la música.

Por fin iba a comenzar el desfile de comida, eso que llevaba deseando todo el día. Las puertas se abrieron y casi lloré de emoción pues los camareros portaban bandejas con las viandas. Me llamó la atención que los platos estuviesen tapados con lo que parecían pequeñas bóvedas de metal, pero a esas alturas ya nada me importaba. Descubrí mi plato y entonces sí que lloré, y pataleé de tal manera que tuvieron que llamar a la policía para sacarme de allí.

Ahora estoy en el hospital, recuperándome del ataque de nervios, pronto me darán el alta, pero mi vida social murió en el mismo instante en el que decidí ir a la boda.

Maldita sea esa nueva moda alimentaria, malditos vitaministas y su manía de ingerir todos los nutrientes a través de pastillas.




23 octubre 2013

Nuevo relato: "Corazón roto"

Ha vuelto, la esquiva musa que había decidido hacer las maletas y mudarse a un paraíso fiscal literario ha tenido a bien darme otra oportunidad.

En resumen, que tengo un nuevo relatillo para vosotros, que espero que os guste.



CORAZÓN ROTO:


Su padre le había dado todo y más; se había enfrentado con el mundo sólo para poder darle la vida, sin importar que toda la humanidad lo considerase una aberración. Le había dado amor y había soportado pacientemente los tropiezos que en el camino a la evolución como individuo había sufrido.
La vida no había sido fácil para ninguno de los dos; obligados a huir de su residencia por miedo a los grupos violentos, habían tenido que cambiar de identidad y vivir casi de forma clandestina, temerosos de que alguien pudiese reconocerlos.
Cada día era más complicado conseguir algo de sustento, el dinero escaseaba y no parecía haber luz al final del túnel.
Los años pasaron, lo que antes era anatema se convirtió en cotidiano y, por fin llegó el día en el que no hizo falta esconderse más.
Los ojos de su progenitor se llenaron de lágrimas y nunca se sintió tan orgulloso como el día en el que su hijo consiguió su primer trabajo. La paga era modesta pero les permitió alquilar un pequeño piso cerca del centro junto al jardín botánico y ambos se pasaban los fines de semana admirando y estudiando las plantas, como dos niños curiosos.
Pero pronto la sombra de la enfermedad les amargó tanta dicha. Los años de penurias habían hecho mella en los ya ancianos pulmones de su ascendiente y los médicos poco pudieron hacer por su vida, al cabo de pocos días sobrevinieron los estertores de muerte y su llama se apagó para siempre.
El funeral fue sencillo, tan solo una misa y el enterramiento, nadie más que él acudió, pero no importaba, nunca habían tenido a nadie en vida y no tenía por qué ser distinto en la muerte.
Nunca había estado solo, de repente era consciente de su fragilidad y de que nunca había tenido otro amigo más que él; las ganas de seguir adelante se esfumaron y cada día pasaba más horas junto a la tumba, lamentándose por no haber sido capaz de tener el dinero suficiente para curarle.
Una mañana ventosa de Octubre, el encargado del cementerio mientras hacía su ronda diaria se lo encontró, ya inerte, abrazado a la tumba.
Al día siguiente, las portadas de todos los periódicos reflejaban la noticia bajo el titular:
“La triste historia del androide que murió de pena”

06 agosto 2013

Nekromanteia, rituales de los muertos

Hoy me vais a permitir que escriba una pequeña reseña sobre el libro que me acabo de leer hace unos instantes: Nekromanteia de Daniel Perez Espinosa.

Hacía tiempo que le seguía la pista, tanto tiempo leyendo los tuits de Daniel sobre ella hacían que creciera cada día más el deseo de tenerla en mis manos. (No seáis guarros, que me refiero a la novela)

Por fin, llegó el día... presentación del libro en Generación X, un rato de risas y magia y después... Victor Blázquez presenta a Daniel y se ponen a hablar del libro. Larvas, espíritus, ritos, invocaciones... la magia oscura se cuela en el ambiente y se perciben presencias ajenas al evento... (deben ser compradores de la tienda que no saben de qué va la cosa, jajaja)

Si antes le tenía ganas, en ese momento ya sentía una necesidad imperiosa de poseer un ejemplar, así que cual Gollum me hago con "mi tesoro" y me pongo a la cola para que me lo firme. Ya es mío, sólo mío y esa dedicatoria lo demuestra.



Avatares del destino impiden que puede leerlo con mi habitual rapidez pero me doy cuenta de que eso es bueno, ya que se trata de un libro que no hay que tomarse a la ligera.

Provista de potentes amuletos de protección me dispuse a empezar la lectura y, doy gracias al gran Chthulhu   por no dejar que me poseyera ningún espíritu de los muchos que pueblan la novela.

La lectura al principio se hace extraña pues conoces a Loos el Nigromante con la sensación de que la "película" empezó hace un rato y te has perdido una parte importante, pero pronto te das cuenta de que el protagonista está tan perdido como tú en ese mundo oscuro. Tranquilo, al final todo encaja como un macabro puzzle.

Vas avanzando, capítulo tras capítulo, sintiendo con pánico que la garganta te pica y te da miedo mirar por si  una larva se intenta adueñar de tu cuerpo. Cada sombra a tu alrededor parece moverse y te sientes observado, ya has caído en las redes de Nekromanteia y a partir de ahora todo va a volverse más oscuro.

La curiosidad te puede e investigas un poco sobre Belcebú, Astaroth y Belial y cada vez que te sientes en peligro recitas sus nombres en tu cabeza inconscientemente.

Vives la angustia de Loos, empatízas si querer con él pese a odiarle con toda tu alma, ves como realmente los muertos que le rodean están más vivos que él pese a las ganas de vivir que cree tener nuestro nigromante.

En resúmen:

Si eres de espíritu débil o de mente frágil no te sumerjas entre las brumas de este texto y si lo haces más te vale que superes una tirada de cordura con dificultad alta o puede que tu alma quede ligada para siempre.

Y, debo dar las gracias a Daniel no sólo por llevar mi imaginación a las tinieblas sino por el hecho de que uno de esos rituales de amor me ha llevado a unir mi alma con la de Alberto (@Kradven) puesto que la primera vez que nos vimos en persona fue aquél día, en aquella tienda, y realmente hubo magia. :) GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

16 julio 2013

Blues Brothers en acción

Cuando era pequeñita recuerdo que mis primos Paco y Luis me grabaron una cinta (que no se entere la SGAE) con la BSO de la película "Granujas a todo ritmo".

Esa ha sido la banda sonora de mi vida, me ha acompañado en momentos buenos y malos (sobretodo buenos) y muchas veces me he imaginado lo que sería ir a un concierto de los Blues Brothers... Pues mira por donde ayer se cumplió mi sueño:

Me mandó un wassap mi madre (se está volviendo moderna, hay que ver qué cosas) diciendo que venían los Blues a Madrid, y yo pensé que se había vuelto loca, pero no, ¡¡era cierto!! Y lo curioso es que conseguí las entradas sin apenas esfuerzo, llegamos bien de tiempo, aparcamos por 4 eurillos en el párking del local (El circo Price), nos situamos en segunda fila y ¡a disfrutar! :)
Si bien sólo dos miembros de la banda (la Banda... ains, esa frase de la peli...) han venido, sigue siendo algo grande. ¡¡Steve "The Colonel" Cropper y Lou "Blue Lou" Marini!! 



No pude evitar emocionarme con algunas canciones, jamás soñé con tener la oportunidad de disfrutar en directo de ellas, como es lógico, no sonaban igual sin Belushi ni Aykroyd, pero se acercaban lo suficiente para hacerme vibrar.

Conclusión: Llevo dos días tarareando sus canciones y con una sonrisa bobuna en la cara. :)


12 junio 2013

Cartelitos con miga

Buenos dias.

Hoy me he acordado de quede vez en cuando voy sacando fotos por ahí a carteles que me llaman la atención para publicarlos en este blog y nunca he llegado a hacerlo.
Ayer estaba cambiando la SD de mi móvil y vi las fotos y me he animado por fin.

Ahí van:




Madre mía, qué humor más fino...
Al encargado de este bar se le ponen "los dientes largos"
Velando por el bienestar del pueblo, como debe ser


Esto... señor... ¿Me puede entregar a mi también?

A ver si se ponen de acuerdo... ¿Calle o callejón?

Otros con problemas para decidirse...


¿Tendrán también el cartel de wifi gratis?




Homenaje al Gañán... sin más... pues ole, dí que sí



No le duró mucho el nombre a la calle...

Mal pensada que es una...

Procedimiento detallado de limpieza del baño



Muy poético

Esta calle tiene buen puesto el nombre, lo juro

Si tenéis cartelillos graciosos (auténticos) y queréis que los publique en la siguiente remesa me los podéis mandar a mortifaguilla@hotmail.com o por el twitter @aishabatgirl

Espero que os haya gustado.

Un beso, guapetones y guapetonas.

08 junio 2013

Ansiedad



Pues aquí ando, de baja por ansiedad.

Si es que era muy raro lo bien que había llevado todo, que una se cree fuerte y en realidad no es más que una mierdecilla con ojos como esas que caga el maldito Pou.

Me dió el jamacuco en el curro, pobres de mis compañeros el susto que les pegué, que me puse a hiperventilar como una loca.

Yo, como buena fan de series de médicos me puse a hacer lo que todo el mundo recomienda: Respirar en una bolsa. Y ahí estaba yo, como una idiota pensando en por qué tardaba tanto aquello en hacer efecto cuando descubro que mi querida bolsa salvavidas tenía un agujero del tamaño de un pistacho...
Manda huevos la cosa, ya no se puede fiar una ni de las bolsas.

Al final me atendió una doctora muy maja en el mismo trabajo, me subió a una sala de reuniones y me tumbó en una mesa (muy normal todo, claro....), me puso su bolso bajo la cabeza y fue a buscarme agua, unos cleenex y el tensiómetro.

Yo mientras a lo mio, llorando y sin respirar, que para qué va una a calmarse, si es que soy una histérica.

Un rato después (se me hizo eterno) viene la pobre mujer y sigue sin encontrar los pañuelos, menos mal que tras otro intento de búsqueda cae en la cuenta que están en su bolso, el cual es en ese momento mi almohada.

Tras tomarme la tensión y chutarme un valium10 intenta enterarse por qué estoy así, así que me puse a contarle y me di cuenta que yo creía que estaba bien pero no, todo lo que siento me da para escribir una saga que ríete tú de Juego de Tronos. (Y si, hay hasta dragones, que conozco gente que echa hasta fuego por la boca...)

La pobre intentaba hacerme ver el lado bueno de las cosas y tras media hora o así el valium me empezó a hacer efecto así que un compañero (un amor de chico) me llevó a casa con mi coche para luego volverse el bajo la lluvia en transporte público. (¿veis como es un amor?)

Mi compañero de piso (otro amor) se mosqueó (con razón) porque llamé a mi madre a decirle lo que había pasado. (el pobre quería que me metiese en la cama sin más así que cuando colgué secuestró mi móvil)

Lo que no os he contado es lo divertido que es el efecto del valium el único día que se me ocurre ir al trabajo con los zapatos esos Masais, los que llevan una especie de balancín... vamos, que no sé cómo no me maté... (Hay día que no está una para nada)

El caso es que me metieron en la cama, y a las 5 de la mañana me despierto gritando con  una pesadilla que sé que era horrorosa por eso de los gritos (a ver si os vais a creer que una va por ahí dando berridos)

Voy a ver a mi doctora y me receta lexatín, me da la baja y me dice que le escriba para la próxima vez que nos veamos una redacción sobre las cosas que me provocan ansiedad y cómo puedo evitarlas.... (Creo que su vocación frustrada es de profesora de Lengua)

Pasan los días, vuelvo al médico con unas ojeras que parecía un oso panda y me vuelve a dar la baja y un antidepresivo (debe ser que con lo del oso panda se cree que soy una especie en peligro de extinción y quiere protegerme de los furtivos...)

¡¡Ah, si!!, me pregunta por la redacción y me cuesta explicarle que desde que me dejó mi novio una de las cosas que más ansiedad me provocan es no ser capaz de escribir (ni la lista de la compra, oiga), así que claro, es como la pescadilla que se muerde la cola...

Ahora estoy mejor, llevo un par de días con la nueva medicación (el primer día menudo viaje me pegó, iba zombi por la casa), me han dado flores de Bach, me pongo incienso y tomo infusiones de valeriana. (Parezco una hippy o "la hierbas" de "Aquí no hay quién viva" ¿os acordáis?)

Y, mira por donde, hoy me siento con ánimos de escribir, aunque solo sea para contaros mi bonita aventura por el mundo de la ansiedad.

Moraleja: Por muy fuerte que te creas, si la vida te tiene de mierda hasta el cuello, ve a buscar una pala y ponte a cavar antes de que te llegue más arriba y no puedas respirar.

Moraleja 2: No te fíes de las bolsas, son muy traicioneras.

18 mayo 2013

¿Se puede amar a un Lannister? Capítulo final

Llevo mucho tiempo sin poder sentarme frente a el teclado y conseguir que las palabras que salen de mi cabeza tengan sentido.
Han pasado muchas cosas en mi vida, demasiados cambios, demasiadas sorpresas.
Mis musas decidieron irse a vivir a otro sitio y parece ser que no quieren volver, pero esta historia merecía tener un final.
No será el final que debería tener puesto que la historia en la que se basaba y la inspiración que le daba vida también cambió, así que debo disculparme por lo que vais a leer porque seguro que a la mayoría os disgusta.
No os hago esperar más, sólo quiero daros las gracias de corazón a los que seguís allí y a los que seguiréis pese a todo.

El amanecer les sorprendió abrazados.
Ninguno de los dos deseaba moverse por temor a despertar de lo que creían un sueño increíble, mas debían atender sus obligaciones y ninguno deseaba ser descubierto.
Ella se levantó primero cubriendo su desnuded con la sábana, recuperando parte de la timided perdida la noche anterior.
Él la observó detenidamente, disfrutando con cada milímetro de su hermoso cuerpo que la tela no llegaba a cubrir.
Tras recoger sus ropas del suelo ella se ocultró tras una columna a vestirse y él hizo lo propio junto a la cama.
El silencio se adueñó del momento pues ambos deseperaban por callar para no romper el hechizo de amor.
Un sutil beso en la comisura de la boca y un adiós con la mirada fue lo único que se atrevieron a intercambiar antes de que ella saliese de la estancia dejándole preso de la melancolía y la añoranza.
Jaime sabía que no debía haberlo hecho, que lo que le había mostrado a la inocente joven no era cierto, que él no era y nunca sería como había pretendido que ella creyese.
No era momento de lamentaciones pues debía presentarse ante la guardia para hacer ronda, pero antes, a modo de desayuno, descorchó la botella de vino que había quedado olvidada junto a la cena la noche anterior y se la bebió de un trago. 224
El alcohol era lo único que acallaba las voces interiores que le atormentaban y que le recordaban que no era más que una farsa, una fachada de hombre atractivo y aparentemente culto que volvía locas a las mujeres y conseguía que deseasen ser suyas.
Era cierto que por Lady Cris había sentido verdadera fascinación y había deseado ser otra persona por ella, pero la realidad es que estaba atrapado bajo el influjo de Cersei que contínuamente le recordaba que esos hermosos niños eran fruto de su semilla y no de la del Rey Robert.
Solo por ellos aguantaba al lado de su tirana hermana, solo por ellos aguantaba vivir asfixiado en ese castillo fingiendo, solo por ellos no se atrevía a quitarse la vida.
Solo por ellos se dirigió a los aposentos de Cersei a disculparse y cumplir con sus obligaciones como amante y esclavo.
Solo por ellos ordenó que enviasen de vuelta a Lady Cris a Invernalia.

17 enero 2013

¿Se puede amar a un Lannister? Parte 8


He vuelto, disculpad el haberos dejado colgados sin novedades y sin seguir la historia...
Pero lo importante es que estoy aquí otra vez con la ansiada cena.
¿Qué ocurrirá? No os lo perdáis.
Como siempre, una breve dedicatoria:
A @ropadeletras porque este fic es suyo y de Jaime.
Y a todos los que me leéis, muchas gracias y espero que os guste: 



La noche llegó, y con ella la hora de la cita. Jaime se encontraba perdido en un mar de dudas, ¿Debía seguir adelante o era mejor cancelarla y disimular? Lo mejor sería fingir burlarse de ella y echarla de sus aposentos antes de que pudiese entrar. Pero ¿Sería capaz de dañar así a aquella frágil jovencita? Tal vez unos días atrás ni se lo hubiese pensado, pero algo le hacía resistirse a la idea. Cerró los ojos tratando de centrarse, pero sólo veía su dulce cara con esos labios tan jugosos que daban ganas de morder...
Decidido, se encomendó a los Siete, aunque nunca fue creyente, se levantó del diván y procedió a prepararse para la inminente llegada de la chica.

Mientras, Arya se esforzaba por ayudar a su amiga a acicalarse para la cita aunque a su manera, pues estaba convencida de que debería calzarse con botas de montar a caballo y no con los delicados zapatos de terciopelo que hacían juego con el vestido alegando que en caso de tener que huir resultaría más cómodo y habría menos probabilidades de perder uno por el camino, pero tras escuchar el alegato de Cris se resignó a dejarla hacer lo que quisiera.

Alguien llamó tímidamente a la puerta y cuando Jaime fue a abrir se encontró con la mujer más hermosa que jamás osó ni siquiera soñar. Sabía que era bella pero a la luz de las velas y con el rubor de sus mejillas le pareció un ángel que venía a redimirle por todos los pecados cometidos.
Le dedicó una sonrisa que derretiría el Muro y extendió su mano para coger la de ella y depositar un beso sobre su fina piel.
Al contacto con los labios del rubio, ella creyó desmayarse de la emoción y tropezó con la alfombra siendo recogida por los vigorosos brazos de él quedando ambos en una postura algo forzada y con los labios prácticamente rozándose. Esa fue la señal que ambos estaban esperando. Se fundieron en un apasionado beso, sintiéndose desesperados por encontrarse el uno al otro, perdiendo todas las ataduras sociales y la etiqueta, ahora eran libres.
Poco a poco fueron despojándose de toda vergüenza y de toda vestidura y al verse desnudos sintieron que estaban hechos el uno para el otro, que sus cuerpos encajaban como si estuviesen hechos para estar juntos.
Se besaban y mordían con pasión, y, tumbados por fin en la cama culminaron el momento haciendo el amor. Pero más allá de ser solo un acto carnal se trató de una experiencia espiritual, ambos sintieron sanadas sus heridas más profundas, renaciendo como personas nuevas con cada roce de su piel.
Las horas pasaron y la cena se enfriaba pero no les importó. Se amaron una y otra vez esa noche sin apenas pronunciar una palabra, temerosos de romper la magia del momento, de despertar de ese sueño de amor.