24 febrero 2016

Recuperando relatos antiguos 5: "La excavación arqueológica"

El último, este la verdad es que me gusta bastante ¿Y a vosotros?

LA EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA:

Trabajar en verano en una excavación arqueológica es excitante… los cinco primeros minutos. Luego te das cuenta enseguida de que ni el excesivo calor ni el sentir que tienes arena en partes de tu cuerpo que ni sospechabas que existían le aporta romanticismo a la aventura. Sobretodo si, tras un mes no has dado con otra cosa más que piedras y polvo.
En esta situación me encontraba, a una hora de irme al campamento a descansar cuando mis ojos se encontraron con la punta de algo que no parecía arena ni roca, ilusionado pero con poca fe escarbé alrededor tratando de no dañar nada. El corazón casi se me sale del pecho cuando vi que se trataba de un fósil del cual aún no sabía su procedencia, pero que se hundía en la tierra demostrando que no se trataba de un simple fragmento normal, sino de una pieza de un tamaño poco usual en este tipo de descubrimientos.
Grité, avisando a mis compañeros que viniesen corriendo a compartir conmigo el momento del hallazgo y que sacasen vídeo e imágenes del mismo. Pronto, a mi alrededor se formó un círculo de gente ansiosa por vislumbrar algo, empujándose unos a otros con el fin de estar en primera fila. Sonreí, posando para la foto y anuncié: “Hoy es un gran día para la arqueología, si tenemos suerte (y cruzo los dedos para que así sea) encontraremos en estas tierras el famoso eslabón perdido y seremos famosos a través de los siglos”
Sí, puede que la frase sonase algo presuntuosa, pero me salió así del alma, ya estaba harto de trabajar en esas condiciones y sin apenas subvenciones, sabiendo que cada día que pasaba sin encontrar nada se acababa la esperanza y mis oportunidades de ser un gran descubridor, pero ahora todo iba a cambiar, en mi interior sabía que había dado con algo importante, y, como que me llamaba Tadeus Sasimov Theus que mi nombre sería estudiado en los libros de historia.

Diez años más tarde…

El guía esperó pacientemente a que el grupo al completo llegase junto al cordón de seguridad y empezó el discurso:
-Como todos ustedes saben, nos hallamos ante el mayor descubrimiento arqueológico y científico de la historia. Pocos creían que fuese posible saber el origen de nuestra especie, pero el Doctor Sasimov creía en esa posibilidad y no descansó hasta que lo descubrió.
Gracias a este hallazgo conocemos más de nuestra fisiología, ya que, asombrosamente, el fósil no se compone de pequeños fragmentos como es habitual sino que se trata de un especímen completo, preservado intacto en piedra durante millones de años.
Parece mentira que descendamos de él debido a su pequeño tamaño y sus forma primitiva, pero sin duda notarán ciertos aspectos familiares, ¿a quién no le recuerda a un cuñado o una suegra? 
Bromas aparte, el fósil TST o más familiarmente conocido como “Tostador” llamado así por las siglas del nombre del científico que lo descubrió, también recibe ese apelativo por el hecho de que recientes informes indican que su principal función era, precisamente la de tostar pan. 
Ya ven que nuestra especie ha evolucionado asombrosamente y más desde que conseguimos eliminar la amenaza que suponía para nuestra supervivencia la infame humanidad.
Si me siguen, podrán disfrutar en nuestra sala de relax de un ajustado de tuercas y un reconfortante baño en aceite caliente para eliminar de sus circuitos toda la arena. Gracias.

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